Declaración de los investigadores para Hábitat II+5

1. La reunión de Hábitat II concedía un papel muy importante a la investigación. Efectivamente, los textos de las delegaciones, ponían enfásis en la importancia de la asociación (la participación) de todos los actores urbanos, entre ellos, los investigadores. Dicha participación debía plantearse a dos niveles : en el seno mismo de las comisiones nacionales y en el marco de un " foro para los organismos profesionales e universitarios".
En 1995-1996, los investigadores habían propuesto una contribución a la comisión nacional francesa. Presentaba un estado de la reflexión francesa sobre las cuestiones urbanas en los países en desarrollo (PED). En calidad de investigadores, teníamos como objetivo, entre otros, facilitar una confrontación de los trabajos sobre las ciudades de los PED con los trabajos llevados a cabo sobre las ciudades del Norte y del Este. Deplorábamos que, en Francia, la articulación entre esos dos conjuntos de investigación no sea realmente efectiva y que la investigación urbana sobre los PED tienda a aislarse del resto de la investigación urbana. Dicha tendencia parece haberse confirmado estos últimos años. Sin embargo, a pesar de tener importantes especificidades, las problemáticas son communes y los puntos de vista se enriquecen mutualmente.

2. Los investigadores franceses que trabajan en el marco urbano en los países del Sur se mobilizaron mucho junto a los militantes asociativos en la preparación de la conferencia de Hábitat II.
Los promotores de dicha conferencia habían reservado un espacio importante para la investigación. En Estambul, los investigadores tuvieron la oportunidad de expresarse en el marco de varios foros y de "Diálogos" de carácter prospectivos.
Esas intervenciones trataban a la vez de la restitución de experiencias de la investigación urbana (cuestiones de bienes raíces, relaciones rural-urbano, servicios urbanos, buena gestion urbana, pobreza, etc), sobre las relaciones que hay que establecer entre los círculos de la investigación y otros actores (poderes públicos, instituciones internacionales, autoridades locales, ONG, actores económicos, etc) y sobre la necesaria consolidación de las capacidades de investigaciones en los países del Sur.
Se esperó que Hábitat II sea la ocasión de consolidar las redes y de definir un "programa internacional de investigación".

3. Cinco años después, se puede cuestionar :
ü ¿ Sobre qué base evaluar los resultados de la investigación, según qué criterios, qué espectativas ?
ü sobre el impacto de la investigación en el marco teórico como práctico ;
ü sobre la evolución de los temas de investigación : ¿ Por qué y comó han cambiado, y por qué y comó emergen nuevas temáticas ?

4. Una de las dificultades y ambigüidades de la investigación sobre la ciudad y lo urbano radica en el hecho que constituye un objeto eminentemente político. De hecho, los investigadores llevan a cabo una reflexión política pero sin asumir responsabilidades políticas. En el repetido diálogo entre opciones políticas y opciones técnicas, su papel es a menudo el de un experto solicitado, tanto por los decidores como por la opinión, incluso a veces llamado por la autoridad política para una consulta. Esa ambivalencia lleva a preguntarse sobre el compromiso del investigador.

5. El papel del investigador es producir conocimientos, aportar instrumentos de análisis y conceptos susceptibles de mejorar nuestro análisis de los mecanismos de producción y de manejo de la ciudad, de instruir a los decidores, de ampliar el campo de la racionalidad de la decisión, teniendo en cuenta que ésta depende en gran parte de opciones de sociedad y de un arbitrage presupuestario. La relación entre investigación y acción (investigación y práctica tienen lógicas y legitimidades específicas) fue uno de los ejes de reflexión de Hábitat II, enfocando en la transmisión y en el intercambio de conocimientos vinculados a la producción científica, a la formación (ej : Universidad) y a la cooperación.

6. Aunque la investigación no sea el único modo de producción de conocimientos, es conveniente subrayar el estatus específico del conocimiento científico. La investigación puede ser considerada por los demás actores como una forma de legítimación porque es sometida a exigencias teóricas y a procedimientos rigurosos. El investigador es admitido como interventor autónomo por su función de "facilitador" más que por su compromiso. Aunque lo llamen a menudo para acompañar proyectos experimentales es excepcional que se comprometa en lo prescriptivo.

7. La investigación sobre la ciudad y lo urbano debe integrar dos escalas : por una parte, la mundialización hace resaltar temas comunes al conjunto de las ciudades del mundo ; por otra parte, la singularidad de los territorios sigue exigiendo especializaciones disciplinarias, temáticas o geográficas que se mantienen en el ámbito de las comunidades científicas nacionales a través de indivíduos y ante todo de instituciones.
Cuando se llevan a cabo comparaciones internacionales en torno a temas federadores, resalta que los conceptos no tienen el mismo significado para todos los hablantes. La mundialización no borra los territorios. El desarrollo de grandes metrópolis y la mundialización de lo urbano no reduce necesariamente la diversidad de las ciudades y de las situaciones urbanas.
El reto de la diversidad ciudadina es considerable. Reviste dos dimensiones : una patrimonial que abarca a la vez las identidades heredadas y la producción de inovaciones culturales y societales ; la segunda dimensión hace eco a la cuestión de la gestión de las ciudades : la diversidad ciudadina consituye en sí un extraordinario potencial de cambio y un precioso indicador de las aperturas posibles, en contextos donde las capacidades de intervención de los poderes públicos a menudo son reducidas dramáticamente.

8. La investigación trata también de lo que determina la evolución de la ciudad y de la política de la ciudad. En esa perspectiva, es necesario llevar a cabo una reflexión sobre la construcción de conceptos y métodos. Aparte de esta reflexión, el riesgo que los efectos de las políticas determinen la investigación y que la política formule demandas y pedidos, es grande.
La investigación urbana tan sólo conseguirá proponer alternativas teóricas si hace el análisis de las situaciones reales y se involucra en nuevos campos de investigación como son la economía social, la relación ciudadanía/fiscalidad en el marco de las reformas de descentralización, las nuevas formas de conflicto y las cuestiones de seguridad, etc.
La evolución del mundo y del conocimiento científico han modificado nuestro enfoque de la cooperación para el desarrollo urbano. La ciencia no funciona fuera de un conocimiento de las condiciones sociales, económicas y políticas de su aplicación. Más todavía que en otros campos de investigación, es difícil hoy en día, tratándose de la ciudad, dar cuenta de la diversidad. Ocurre lo mismo para traducir la particularidad y la originalidad de un mundo en el saber de otro mundo. Se considerarán también las dificultades encontradas por los investigadores cuando no hay democracía política en el país en el cual trabajan. Por último, es preocupante comprobar hasta qué punto los conocimientos acumulados sobre las ciudades del Sur tienen poco eco en el Norte.
La investigación francesa corre el riesgo de marginalizarse si no es atenta lo suficiente al sentido que los demás atribuyen a las palabras pero, como lo demuestra el ejemplo de la "pobreza", muchas de esas palabras funcionan como trampas tanto en los debates científicos como políticos. La marginalización creciente de la investigación de habla francesa ante la investigación anglosajona contribuye en agravar la situación.

9. El dispositivo francés de investigación urbana sobre el Sur, hoy en día, está debilitado notablemente por :
– El envejecimiento de sus actores, del cual, de manera general, es responsable una política restrictiva de empleo público, particularmente perjudiciable para los laboratorios que trabajan sobre los PED.
– La crisis de las estrúcturas de investigación y la dispersión de los recursos sobre un gran número de unidades universitarias de investigación.
– El poco interés de las instancias públicas francesas por ese campo. Las acciones incitativas del ministerio de la investigación, así como el 6° PCRD a escala europea, no mantienen suficientemente la dimensión internacional y, en Francia, ha sido indicado claramente que el futuro "Instituto de la ciudad", no acogería investigadores…

10. En demasiados casos, la política de apoyo a las comunidades científicas del Sur se resume en la concesión de algunas becas o de algunos créditos de funcionamiento. Dichas políticas no son enfocadas necesariamente sobre los países con más desventajas en la competición científica (la última convocatoria de propuesta del ministerio de investigación para el financiamiento de viajes de estudios en ciencias sociales, propone prioritariamente Africa del Sur, Brasil, China, India, Japón, México y Rusia).
Los retos nos parecen más amplios :
– la cooperación científica internacional, en particular en el ámbito urbano, debe constituir un antídoto contra la mundialización liberal creando formas y lugares de solidaridad, de debates y de confrontación ;
– La prioridad debe ser dada para los proyectos de cooperación entre equipos europeos, pues son los únicos susceptibles de ver emerger una alternativa al modelo ultraliberal de gestión urbana ;
– Los países del Sur deben producir con nosotros los conocimientos y los instrumentos de contról que les permitirán prever los riesgos de predación con los cuales están enfrentados. Respecto a esto, uno se puede interrogar acerca de los medios empleados para reducir la "fractura numérica" ;

11. Sobre todos estos puntos, el balance de Hábitat II parece flojo. Aunque se deban subrayar algunos avances en cuanto a descentralización, no hubo un apoyo firme a redes internacionales de investigadores, no hubo promoción de un verdadero programa internacional de investigación sobre la cuidad. Las campañas mundiales del CNUEH-Hábitat sobre la buena gestión urbana, la seguridad de bienes raíces y la pobreza se enfrentan con las reservas incluso con la hostilidad declarada de Estados Unidos y, por no tener recursos, debieron considerar de nuevo sus objetivos a la baja.
Con la iniciativa "Cities Alliance", el Banco Mundial se dotó de un nuevo instrumento para producir un "nuevo" pensamiento urbano. Los medios de investigación franceses no participan en él. Las propuestas hechas al representante francés para una representatividad efectiva de investigadores trabajando sobre las ciudades de los PED en las instancias de decisón de "Cities Alliance" fueron rechazadas.
A pesar de que en Francia un diálogo fecundo se entabló entre investigadores y responsables de autoridades locales en el ámbito del polo Africa de Cités Unis France y a pesar también de que el Haut Conseil à la Copération Internationale anime un grupo de trabajo específico sobre la cuestión urbana, el Programa Prioritario de Desarrollo Urbano no tuvo, como pudo suponerse, un marco de encuentro activo entre investigadores y círculos asociativos.
El diálogo entablado hace cinco años en el marco de la preparación de Hábitat II no dió mucho resultado. Es hora de dar un nuevo impulso a ese diálogo ampliándolo. A parte de los Estados y las instituciones, la investigación urbana debe invitar otras fuerzas sociales para trabar nuevas alianzas.

Marzo 2001