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Derecho y acceso para todos la vivienda y la ciudad

Publié par AITEC, le 19 mars 2007.

Declaración de las asociaciones de solidaridad internacional para Hábitat II+5

Droit au logement et droit à la villeConférences Habitat



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Preámbulo

1. Desde Hábitat II, en Estambul en 1996, la situación empeoró para la población urbana pobre. Es forzoso comprobar que a pesar de todas las declaraciones entusiastas y de los compromisos tomados por los gobiernos y las instituciones internacionales, se accentuó la precariedad en las ciudades.
Movimientos, cada vez más radicales, se oponen a esta situación y se valen de la existencia de soluciones.

La preparación de Hábitat II es significativa de una evolución negativa. Algunos Estados, entre los cuales Estados Unidos, China e Iran, han cuestionado los acuerdos que habían sido dificilmente negociados en Estambul y más adelante, en particular sobre el reconocimiento del derecho a la vivienda y la Carta de autonomía comunal. Es más, Estados Unidos rechazó vivamente la participación de las asociaciones y de las autoridades locales en el debate internacional.

El modelo de desarrollo que domina tiene en cuenta el diagnóstico y las críticas, pero endurece las anteriores orientaciones. El ajuste estructural, cuyos efectos han sido medidos, benéficos para los más poderosos y catastróficos para los más pobres ha sido mantenido. Se situa en la "lucha contra la pobreza", que no deja de producir pobreza, y en la "buena Gobernanza", que se sustituye a la democracia. El comercio mundial expande su lógica que opone los tremendos beneficios de las empresas farmacéuticas, conforme al mundo de la OMC, y las 13 millones de personas, enfermás del SIDA y en peligro de muerte cada año a quien se le prohibe el acceso a los medicamentos.
Las Instituciones Financieras Internacionales (IFI) están sometidas, todavia más estrechamente, a la lógica del mercado.

Al contrario, el movimiento social se afirmó a nivel mundial. Desde Seattle hasta porto Alegre, las asociaciones de solidaridad internacioal y los movimientos de habitantes, con los sindicatos, los campesinos, los pequeños productores, los ecologistas, los consumidores, reivendican, para el desarrollo y para la organización internacional del mundo, otra lógica que tome sus fundamentos sobre el respecto de los derechos del ser humano. Porto Alegre pone en evidencia la necesidad de la democracia local y de una articulación entre gobierno y sociedad civil.

2. Las cumbres y conferencias del sistema de las Naciones Unidas se suceden, abordando año tras año las grandes cuestiones que agitan el planeta y su evolución futura : Viena y los derechos del hombre, El Cairo y la población, Rio de Janeiro y el medio ambiente, Copenhague y el desarrollo social, Pékin y las mujeres, y mañana, Istambul y las ciudades.

El balance de esas conferencias internacionales oficiales justifica cierto pesimismo sobre la capacidad de los Estados para construir un sistema intemacional democrático. Los Estados participantes no se comprometen más que sobre declaraciones minimales que aplican raras veces, cuando no se ven obligados por los movimientos sociales

3. Sin embargo, esas conferencias dan lugar a intercambios, debates y encuentros paralelos entre los nuevos actores de la escena intemacional. Dan mayor intensidad a los movimientos sociales en la reafirmación de sus reivendicaciones. Contribuyen en la construcción de una opinión mundial. En ellas se ha confirmado el lugar creciente ocupado por otros participantes, al lado de los Estados, particularmente las asociaciones y los municipios. Parece pues importante que las ASI hagan explicitas sus posiciones con el fin de desempenar un papel de interlocutor, y si fuere necesario de contrapeso, frente a los Estados.
Por otro lado, dichas conferencias tienen interés, respecto a las intituciones de Bretton Woods, en reafirmar el papel de las instituciones de las Naciones Unidas, fundadas sobre la declaración de los derechos humanos.

4. La primera conferencia sobre el hábitat y los asentamientos humanos tuvo lugar en Vancouver en 1976 y dio vida a la CNUAH de Nairobi. En veinte años el discurso internacional sobre lo urbano ha evolucionado profundamente. Se ha pasado de la vivienda y de las técnicas apropiadas, a la ciudad ; de la politica urbana a la gestión urbana ; de una franca oposición Norte-Sur (privilegiados-pobres) a la intensificación de las diferencias sociales en el Norte, cuya expresión es particularmente aguda en las ciudades y sus suburbios. El discurso actual se ha vuelto más complejo y técnico l la vez que perdía gran parte de su contenido politico.

El desafîo, hoy en día, en un mundo en expansión, no tanto es alcanzar el nivel de vida de los más ricos como luchar contra la exclusión, en el Norte y en el Sur, en un mundo de dos o tres velocidades. Nuestra perspectiva es la del derecho a la ciudad y a la vivienda para todos, y no podrá ser efectiva sin esfuerzos específicos y voluntaristas hacia los desfavorecidos y el reconocimiento de su protagonismo.
El problema del hábitat rural no ha de ser subestimado ; el acento puesto sobre las ciudades en su medio ambiente global debe ser considerado en el marco de la evolución de la relación entre la ciudad y el campo.

5. No podemos tolerar un mundo de irresponsabilidad ilimitada. El argumento de la penuria de recursos para invertir en la vivienda y el hábitat para los sectores no solventes, no es aceptable. En realidad, el mundo es progresivamente más productivo, más rico. Desde 1960, la producción mundial de bienes ha aumentado dos veces y medio más que la población. No es la masa de las riquezas producidas la que está en regresión, sino su distribución y su destino, cada vez más desigual. La situación del alojamiento y del hábitat es cuanto más preocupante que se trata de inversiones altamente productivas, tanto desde el punto de vista social como económico ; constituyen una de las condiciones fundamentales de la prosecución de las actividades humanas ; integran y socializan.

6. Nuestras sociedades se hallan hoy sometidas a un pensamiento económico presentado como el mejor y el único posible : el neoliberalismo. Es cierto que la economia de mercado es extraordinariamente eficaz para desarrollar la productividad. Pero se traduce por una lógica de ajuste estructural impuesta a todas las economías, del Norte como del Sur. Apertura de fronteras, movimientos de capitales, prioridad a la exportación, reducción de los déficits presupuestarios y particularmente de los gastos de salud y de educación... cada sociedad ha de someterse a las exigencias del mercado mundial. Pero junto con las riquezas, este sistema produce pobrezas ; con el bienestar de algunos, el desarraigo y la pérdida de sentido para muchos otros. Las ASI, en su labor de apoyo a las poblaciones de los barrios pobres, se hallan confrontadas con los problemas de desocupación, de recursos, de formación, de crédito... Saben que los esfuerzos de las poblaciones, por importantes que sean, siguen siendo limitados en sus resultados. Desean ver abrirse verdaderos espacios de negociación entre los habitantes y sus representantes, los poderes públicos locales y centrales, los organismos internacionales, para aportar una contribución útil y eficaz en la construcción de la ciudad de mañana.

7. Aunque trabajen fundamentalmente con los excluidos y los olvidados, las ASI se distinguen claramente de las asociaciones de vecinos. Estas últimas se constituyen frecuentemente como respuesta a dificultades cotidianas bien identificadas (grupos de invasores de terrenos, asociaciones para la recogida de basuras domésticas o reivindicación de servicios ante los municipios...). Son representativas de los habitantes desde un punto de vista territorial o comunitario. Las ASI intervienen como apoyo para las asociaciones de habitantes, pero no son sus representantes. Ellas tienen sus objetivos propios y son portadoras de valores de solidaridad en su país o en el mundo. Durante mucho tiempo las ASI han ignorado la ciudad en el Norte, mientras que en el Sur intervinieron principalmente en el medio rural o "en" la ciudad (sobre problemas de salud, de formación, de protección de la infancia...), más que "sobre" la ciudad. Las ASI cuya competencia es específicamente la ciudad son escasas y sus acciones en el Sur limitadas, ya que los financiamientos destinados a proyectos urbanos siguen siendo marginales. Sin embargo, esas ASI se profesionalizan : Reforzadas por su experimentación y por el trabajo de capitalización llevado a cabo estos últimos años, proponen, un nuevo punto de vista sobre la ciudad así como vías y métodos de intervención. Sobre la base de sus principios, de su práctica y de su reflexión, las ASÍ proponen un inventario y una série de proposiciones sobre la problemática urbana.

Principios

8. Cinco principios fueron definidos por las ASÍ durante los encuentros precedentes de la comunidad internacional, principalmente en las cumbres de Rio de Janeiro y de Copenhague : son los principios de libertad, de igualdad, de ciudadanía y de solidaridad y de sustentabilidad. Las ASÍ afirman nuevamente su adhesión a dichos principios y piensan que su traducción en las estrategias y programas de desarrollo urbano podrían permitir alcanzarlos dos principales objetivos enunciados por las Naciones Unidas en vista de Hábitat II : un alojamiento decente para todos, asentamientos humanos viables.Estos principios permiten a las ASÍ construir su análisis especifico de las situaciones y de los contextes, definir sus posiciones en relación con las políticas nacionales y con las instituciones internacionales, presentar sus criterios de evaluación para no dej arse encerrar en apriorismos implícitos, fundamentar sus proposiciones y sus métodos de intervención.

Libertades

9. A menudo, en la historia de las sociedades, la ciudad hasído vínculo de libertades ; libertades d las ciudades y libertades en las ciudades. Las libertades de expresión y de iniciativas asociativas son condiciones previas para la participación de los habitantes y para la democracia. El logro de la libertad de circulación de las personas en un mundo que accepta todas las otras formas de circulación, queda todavia por hacer. La garantía de las libertades no se limita a la regulación del mercado, aunque en ciertos casos, las economias demercado han sido consideradas como alternativas a los régimenes totalitarios. De ello, radica logicamente, para las ASÍ, una libertad de iniciativa que es la expresión asociativa de la libertad de emprender.

Igualdad

10. No puede haber libertad sin igualdad, libertad de ejercer derechos sin organización de un igual acceso a dichos derechos.
El principio de igualdad va unido al reconocimiento de los derechos fundamentales de la persona humana. Tiene por meta garantizar a cada uno y sin discriminación el desarrollo de sus facultades. En la ciudad, la igualdad se refiere principalmente al derecho de acceso al suelo y al derecho a la vivienda, al derecho al trabajo, a la cultura, a la educación, a la salud, a lajusticia y a la seguridad. Las diferencias en el mejoramiento, equipo y mantenimiento de los barrios (de las que atestiguan las distinciones entre ciudad légal y barrios irregulares o entre centro planificado y hábitat espontáneo periférico, ciudad-centro y suburbios) son, de hecho, la traducción concreta de discriminaciones socio-económicas. Las colectividades públicas tienen el deber de poner en práctica políticas que aseguren la promoción de la igualdad, así como mecanismos de regulación económica y social que garanticen el acceso de los más pobres a los servicios (agua potable, saneamiento,energía...)y a la educación, la salud, la seguridad...La igualdad en el ordenamiento urbano pasa por un enfoque global y la planificación. Supone sistemas de financiamiento que utilicen mecanismos de perecuación en la fiscalidad local y nacional, para la absoluta necesidad de una redistribución internacional.

11. En el ámbito de la transformación de las relaciones socioculturales entre los sexos, el objetivo de igualdad y de no-discriminación debe ser la trama favorita de una nueva dinamización de los métodos de trabajo y de gobernar. También debe suscitar un debate sobre nuevas alternativas en cuanto a acondicionamiento y gestión de las ciudades. Si bien representan el 50% de la población y desempeñan un papel central en la economia y en la gestión de los barrios, las mujeres han sido ausentes en las instancias políticas de decisión que trataban del desarrollo y de la gestión de las ciudades. En cuanto a esto, la problemática del género es todavia demásiado desconocida. Es preciso que se haga una nueva lectura transversal de la ciudad a través del "peritaje" de las mujeres. Presenta la ventaja de enfocar de forma cualitativa preocupaciones esenciales para todos los ciudadanos, con el fin de favorecer un cambio profundo y una mejor calidad de vida para todos. La carta europea de las mujeres en la ciudad (1994) es un buen ejemplo de ello.

Ciudadanía

12 . La ciudadanía es, más alla de la afirmación de los derechos, el reconocimiento y la aplicación de la responsabilidad de cada uno en la vida presente y futura de la ciudad. Cada uno debe poder actuar sobre las decisiones que le compiten. Así, la participación popular se halla en el centro del proceso de desarrollo urbano en todos los sectores de la vida económica y social. Permite que los excluidos, los pobres de las ciudades y las mujeres sean reconocidos como actores de su desarrollo. Para las ASÍ, la afirmación del principio de ciudadanía coincide con la democratización de las instancias de decision y con la participación de todos los habitantes en el proceso de desarrollo de la ciudad. Por eso, las ASÍ reivindican nuevas relaciones entre democracia representativa y democracia participativa. Las organizaciones y asociaciones de vecinos son lugares de participación efectiva en la vida urbana y por ello deben ser apoyadas . Cuando la ciudadanía (entendida desde el punto de vista de los deberes y derechos cívicos y políticos) es inaccesible debido a condiciones de nacionalidad, se debe garantizar y hacer efectiva a diario la participación de los ciudadanos en la administración de la ciudad.

Solidaridad

13. El principio de solidaridad nos remite a la conciencia de una comunidad de intereses que implica la obligación moral de no perjudicar a los demás y de prestarles asístencia. Para las ASÍ, el principio de solidaridad significa asociación, que es al mismo tiempo un objetivo y un medio de intervención. A nivel local, este principio procede de una concepción colectiva del desarrollo que se apoya en vínculos culturales o en situaciones económicas y sociales desfavorables que unen a los individuos. Esta solidaridad es una palanca importante para las iniciativas locales llevadas a cabo por los vecinos agrupados en comités de barrios o en cooperativas. A nivel nacional, la solidaridad se apoya en un sentimiento de interdependencia de los individuos y se traduce por la emergencia de agrupaciones de organizaciones populares. Estas deberían desempeñar un papel determinante como interlocutores de los poderes públicos en la definición de las políticas y de los programas de desarrollo. A nivel internacional, la globalización y el predominio de la lógica económica obligan a las ASI del Norte y a las organizaciones no gubemamentales del Sur a hacer causa común para luchar contra las desigualdades con las que se hallan confrontadas. Así, pueden establecerse relaciones asociativas entre aquellos actores del desarrollo que comparten convicciones, determinan juntos los objetivos de los proyectos y programas, se enriquecen mutuamente a través de un diálogo constante y del intercambio de experiencias en redes. Esta asociación es la expresión de una solidaridad activa, fundamento de una construcción de la igualdad.

Sustentabilidad

14. El desarrollo sostenible, definido como el derecho de las generaciones futuras, se aplica con particular pertinencia a la problemática urbana. Es más, la temporalidad económica se redujo considerablemente mientras la ciudad se inscribe normalemente en el largo plazo. Significa que la gestión de las ciudades debe tomar en cuenta la duración y las necesidades de las generaciones presentss, preservando al mismo tiempo las posibilidades de las generaciones futuras. La urbanización va acompanada de efectos nocivos : extension geográfica que amenaza los parajes y los recursos naturales, emisión de fluidos y desperdicios, etc. Su gestión es tanto más dificil cuanto que la ciudad es densa y extensa y que el nivel de desarrollo económico es bajo. Las ciudades requieren políticas urbanas integradas (vivienda, transporte, higiene, producción), reglamentación de las políticas industriales y energéticas en relación con el entorno regional y planetario. El desarrollo sostenible debe cubrir todas las dimensiones del desarrollo humano (económica, social y cultural) y particularmente garantizar las condiciones de higiene y de salud de las poblaciones y favorecer la educación y la formación.
Las acciones desarrolladas por las asociaciones tan sólo pueden ser duraderas si en ellas también se involucrarón las colectividades locales y el Estado ; si se inscriben en una continuidad institucional y si, a cambio, contribuyen en la democratización de los Estados. En ese sentido, las colectividades locales desempeñan un papel imprescindible de mediación, de coordinación y de arbitraje.

Inventario

15. El inventario realizado por las ASI resulta de las comprobaciones hechas desde su práctica a nivel local y en relación con sus principios. Por su trabajo cotidiano en los barrios, con los vecinos, tienen un punto de vista original sobre el mundo y sus cambios. Hoy en día, un inventario sobre la vivienda y lo urbano debe considerar cuatro niveles : local, nacional, regional y mundial.

A nivel local

Somos testigos, en el Norte como en el Sur, de la dificultad de la vida cotidiana en la ciudad : insuficiencia de las infraestructuras de base, paro o subempleo, progresión de la delincuencia y del crimen, sin techo, contaminación, escasez de los recursos locales... Varias « ciudades » se yuxtaponen así, cuyos niveles de equipamiento y de integración social se oponen. Al mismo tiempo las poblaciones se organizan para reivindicar y hasta para tomar a cargo, a causa de la ausencia de intervención pública, una parte de las funciones de interés colectivo. Además, paralelamente al proceso de urbanización, se observa desde mediados de los años 80, un movimiento progresivo de descentralización de las competencias y de los poderes hasta entonces propios del Estado y de las administraciones centrales. Ciudades y regiones adquieren una mayor autonomía. Sin embargo, las autoridades locales no disponen de los recursos suficientes para cumplir con sus nuevas atribuciones. Para ésto, son particularmente necesarias las transferencias financieras, las reformas de las bases fiscales y de las modalidades de recaudación.

Desde Hábitat II, se observa una transformación profunda a nivel local. Se funda en un nuevo equilibrio de los poderes que valoriza el nivel local. Dicha evolución, que comporta riesgos, pone en evidencia la democracia de proximidad y el desarrollo local. Las ASI tan sólo pueden felicitarse de esta nueva atención en una democracia participativa, como lo demuestra la emergencia de autoridades locales y de iniciativas como el presupuesto participativo de Porto Alegre, los agendas 21, las coaliciones locales del Programa de Gestión Urbana o la relanza de las economias locales del programa de desarrollo municipal.

Ante esas realidades, la posición de las ASI es :
 tomar como punto de partida las asociaciones de vecinos para ayudarlas a elaborar sus demandas, mejorar la eficacia de sus realizaciones y de sus acciones.
 privilegiar el barrio, que es una buena escala de intervención para superar las lógicas sectoriales y captar, territorialmente, lo urbano en todas sus interacciones y en toda su complejidad ;
 asumir una función de intermediario y de mediador entre los diversos actores de la vida urbana.
 Construir nuevas relaciones, a menudo difíciles, entre las asociaciones y los municipios

A nivel nacional

Las ASI observan una relajación progresiva del compromiso del Estado, que se ve obligado a ceder sus funciones productivas, pero también a deshacerse de sus funciones de servicios, incluso públicos, a favor del sector privado. Ahora bien, la ciudad no puede prescindir de una intervención pública. La ciudad provoca situaciones que el mercado no puede regular (contaminación, especulación sobre bienes raíces y especulación inmobiliaria...). Además no puede haber consenso respecto a la « mejor ciudad » posible : la ciudad más apetecible para las empresas no es obligatoriamente la más deseable para sus habitantes... La ciudad refleja las opciones políticas, económicas y sociales de los gobiemos. Se comprueban hoy cierto número de lagunas que contribuyen en desarrollar la marginalización y la exclusión ; la ausencia de coordinación entre las instituciones ; mecanismos júndicos ineficaces para hacer reconocer y aplicar el derecho a la vivienda ; el impacto de los reglamentos sobre el mercado de la vivienda y particularmente de la vivienda social ; las políticas de transferencia de los recursos públicos (entre el Estado y las autoridades locales, entre autoridades locales...).

20. Desde Hábitat II, la descentralización se impuso como un movimiento general. Dicho movimiento es contradictorio : radica del cuestionamiento de los Estados desde arriba, la mundialización, y desde abajo, una reivendicación de democracia de proximidad. Hubo más reformas de descentralización impulsadas desde el exterior (IFI entre otras) que desde el nivel local. La descentralización tan sólo es una coartada a una incapacidad de gobernar del centro. Las ASÍ aprecían la descentralización aun conociendo los riesgos. Ponen cuidado en las carasterísticas fundamentales de los Estados, en sus desvios autoritarios, en su subordinación frente a los poderes económicos y en el poco interés que toman realmente por los más débiles. No obstante, siguen concientes de la importancia del papel de los Estados y no por ello están en favor de un debilitamiento de los poderes públicos a favor de los mercados, lo cual significa una subordinación todavia más grande respecto a los poderes económicos y financieros. Esta demanda contradictoria, "menos Estado, más Estado", desmboca en realidad en la busqueda de un "otro estado".
Por otra parte, las privatizaciones de empresas de servicios de primera necesidad se han proseguido, con las mismás causas y los mismos efectos.

21. Para las ASI el Estado recibe su legitimidad de su función de garante del bienestar colectivo. Le atañe definir el modo y la amplitud de la redistribución de las riquezas y desenar el marco institucional y reglamentario de una politica de la ciudad a la vez más justa y más duradera. Las ASI quieren contribuir a una democratización mayor de las opciones y de las decisiones que tocan al futuro de las ciudades y de sus vecinos : militan por una mayor participación de los ciudadanos ; hacen resaltar los problemas y los llevan ante la opinión, desempeñando así un papel de grupo de presión para influenciar las políticas establecidas.

A nivel geopolítico regional

22. Al mismo tiempo que se desarrolla la mundialización de los intercambios, se observa la emergencia de bloques regionales más o menos estructurados (la Union Europea, la ALENA, el Mercosur, la ANASE, los « triángulos de crecimiento » asíáticos...). La mayor parte de esas organizaciones regionales tienden en primer lugar a disminuir las barreras comerciales y a aumentar la fluidez de los intercambios y de los movimientos de capitales. Son, de forma contradictoria, vectores de la mundialización neoliberal y de las tendencias opuestas a esta evolución.
Aunque pocas de ellas se hayan atribuido en su mandato funciones políticas y sociales, podrían ser lugares de aprendizaje de la cooperación entre los Estado y contribuir en este sentido en consolidar la paz. A esa escala puede definirse una politica concertada de organización del territorio en la medida en que se dediquen realmente a favorecer un desarrollo viable, responsable y equitativo para todos a largo plazo.

23. Desde Hábitat II, se mantuvo la discusión sobre las regiones geoculturales. Desgraciadamente, fue a favor de la promoción de las zonas de libre-cambio en el ámbito de los acuerdos de la OMC. De igual manera, quedan por discutir los fundamentos de las propuestas de una más grande autonomía de los bancos regionales.

24. Las ASI consideran que el avance de la regionalización presenta oportunidades interesantes. . Las ASI ya adoptaron esta dimensión regional, primero desarrollando redes de intercambios de experiencias y de fomación mutua ; elaborando después propuestas comunes, que defienden ante las instancias competentes (por ejemplo, la Asían Coalition for Housing Rights que lucha contra los desahucios, o la Carta Europea para el derecho a la vivienda y para la lucha contra la exclusión). Las redes de ciudades que se han desarrollado igualmente a la escala internacional, a la vez de la intervención de los Estados, laboran para una más grande autonomía de las autoridades locales y para una mejor expresión de la sociedad civil.

A nivel planetario

25. El siglo XX será sin duda en la historia él que habrá iniciado la globalización : la de las guerras, de la economía y de la comunicación. Es también el siglo de la urbanización rápida y másiva, particularmente con la aparición de megalópolis multimillonarias. La expansión a escala del planeta de una misma lógica económica engendra en el Norte como en el Sur los mismos tipos de respuestas, de las que las ciudades y sus disfuncionamientos reflejan una imagen exacerbada. Se hace necesario volver a pensar las migraciones internacionales cuya importancia está vinculada con las disparidades económicas, con los derechos de las minorias y con el respeto de los derechos de la persona. Se hace necesario igualmente volver a pensar las funciones y las formas de organización de las ciudades.

26. Desde Hábitat II, se acentuaron las disparidades en cuanto al reparto de las riquezas a nivel mundial. La lógica del mercado mundial se impone ante las instituciones financieras internacionales. El modelo de desarrollo compagina el ajuste estructural con la pobreza y la gobernanza.

27. Las ASI observan que la dominación de la urbanización exige renovar la reflexión sobre las relaciones entre ciudades y campo, sobre la demografía y migraciones internacionales. Reconocemos que las ciudades desempeñan un papel motor en el desarrollo económico. Pero dominar la urbanización pasa por la adopción y la puesta en práctica de políticas que permitan corregir las externalidades negativas creadas por la concentración urbana. Trabajamos para producir una conciencia universal y una visión planetaria.

Propuestas

28. Nuestras propuestas en cualidad de ASI van organizadas en torno a nueve temas : a) la asociación entre actores ; b) la referencia a los derechos de la persona ; c) el marco institucional ; d) los métodos y las políticas específicas (acceso al suelo, a los financiamientos, a los materiales, a la concepción de los proyectos, de los programas y de las políticas, a los servicios urbanos) ; e) los proyectos y las intervenciones de las ASI (principios y métodos) ;f) las políticas nacionales de la vivienda, del hábitat y de la ciudad ; g) las estrategias y las intervenciones de las instituciones nacionales ; h) el sistema internacional ; i) las relaciones con los otros actores : municipios, investigadores, expertos y profesionales, administraciones, empresas y sector económico, agencias de cooperación, instituciones internacionales, asociaciones de vecinos, movimientos populares y sindicatos.

Los principios enunciados tienen consecuencias para cada uno de esos temas. Nos Ilevan a expresar nuestras demandas sobre los dispositivos institucionales vigentes y a precisar la naturaleza de nuestros compromisos

29. Concebimos toda relación de cooperación como fundada necesariamente en el reconocimiento de la igualdad entre los actores que la establecen. Debe fundarse sobre la base de un interés mutuo. Finalmente, debe inscribirse en el largo plazo. Considerada como una relación fundada en estos principios, la asociación entre actores debe constituir la base y el método de construcción de relaciones de cooperación renovadas entre los movimientos asociativos por una parte (asociaciones de vecinos, de ciudadanos o de productores y sus agrupaciones) y entre éstos y las ASI por otra parte. Con este fin, pedimos que el movimiento asociativo sea reconocido como representación de los intereses directos de los habitantes, complementaria de la representación por delegación que surge de las elecciones. Las ASI, reconociendo que son entidades distintas del movimiento asociativo de base, se comprometen en reforzar la autonomía de éste, en hacerse portavoz de sus reivindicaciones y en establecer medios y métodos que contribuyan a la consolidación de sus acciones. Se comprometen en trabar relaciones asociativas con las asociaciones del Sur con este objetivo. Se comprometen por fin en favorecer el establecimiento de lazos directos, fundados sobre esos mismos principios entre los movimientos asociativos del Norte y del Sur.

30. La naturaleza del desarrollo que deseamos defender se funda en el respecto y la intensificación de los derechos de la persona. Es nuestra concepción del desarrollo sostenible. Defendemos la complementaridad de los derechos civiles y políticos y de los derechos económicos, sociales y culturales. Apoyamos los esfuerzos de la comunidad internacional, reafirmados en la conferencia de Viena para un protocolo adicional para los derechos económicos, sociales y culturales. Y en particular la justiciabilidad de dichos derechos, lo cual es una forma de garantía de su respecto y la posibilidad de un recurso judicial, accesible para los ciudadanos, con el fin de juzgar la responsabilidad de quien los viola.

31. El marco institucional y jurídico debe garantizar la existencia y los modos de funcionamiento del movimiento asociativo y particularmente la libertad de expresión y el derecho de asociación. En los niveles local y nacional, las administraciones deben aceptar la autonomía y la independencia de dichas asociaciones. Particularmente deben reconocerles el derecho y el poder de trabar relaciones con las personas y las instituciones de su elección. Deben por fin aceptar trabajar con el movimiento asociativo. Pedimos que se introduzcan y garanticen, en el derecho internacional, la libertad de expresión y el derecho de asociación. De manera general, apelamos a todas las instancias y en todos los niveles para que tomen en cuenta el punto de vista del movimiento asociativo, que lo asocien a los proyectos realizados y a los debates sobre los programas y las políticas. Por su parte, las ASI se comprometen en considerar la coherencia territorial y nacional de sus acciones, en términos de política de desarrollo económico, social y espacial.

No obstante, es necesaria una cooperación negociada con las autoridades locales con el fin de construir un espacio público. El reconocimiento de la importancia de las autoridades locales no significa la aceptación de las orientaciones municipales o nacionales y no podrá conducir a un control a priori de sus actos. En el marco de sus relaciones con el movimiento asociativo del Sur piensan definir su posición respecto a esas orientaciones.

32. Reivindicamos la igualdad del acceso para todos al hábitat y a la ciudad. Constituir ésto en referencia para la acción exige hoy que se realice un esfuerzo particular para los grupos vulnerables tomando en cuenta su potencial de resistencia, de reflexión y de capacidad de propuesta. Se considerará con atención la cuestión del acceso de las familias monoparentales a una vivienda social. De manera general, el acceso a la vivienda y a la ciudad debería suponer medidas que permitan la perpetuación de dicho acceso y de condiciones de vida decentes.

Las acciones desarrolladas en todos los niveles deben inscribirse en el tiempo y definirse y aplicarse según métodos democráticos. Corresponde a los Estados y a las autoridades locales asegurar la aplicación de estos principios. Es a partir del reconocimiento, el acompañamiento y la puesta en sinergia de las iniciativas locales como se pueden y se deben concebir programas innovadores y forjar políticas alternativas. En el dominio del acceso al suelo, pedimos que se garantice la seguridad de la tierra urbana, que se lleven a cabo políticas de regularización y de disponibilidad de terrenos. Se procurará que las obligaciones que incumben a las mujeres (debidas a su estatus en la familia y en la comunidad) no sean un límite para dicho acceso.

33. Para que cada uno pueda efectivamente participar en las decisiones que le conciernen (principio de ciudadanía) , para que se tomen en cuenta los intereses de todos (principios de igualdad y de solidaridad) y para que las acciones entabladas integren el largo plazo que supone el eco-desarrollo (principio de sustentabilidad), pedimos que las políticas nacionales del alojamiento, de la vivienda y de la ciudad sean discutidas públicamente, principalmente en cuanto a los programas de ajuste estructural. Bajo esas condiciones, estamos dispuestos, a apoyar las políticas que respecten los principios que nos guían.
De igual manera, en cuanto al acceso a los servicios urbanos, la elaboración de programas y de políticas debe tomar apoyo en la acción participativa directa, a nivel local, que ha demostrado su eficacia.

34. Reconocemos un papel estratégico en la acción por proyecto. Los proyectos son un medio privilegiado de experimentar, evaluar, y validar métodos y dispositivos innovantes de intervención. Ofrecen la oportunidad de desarrollar en la práctica sinergias entre los actores. Por último, permiten alimentar los debates de orientación general, tanto desde el punto de vista de los proyectos urbanos como de las formas y de los métodos de cooperación. En este sentido, las ASI piden ser reconocidas como actores plenos de los procesos de desarrollo urbano y asociadas, dentro del respeto de su autonomía y de los principios que las guian, a la acción y a la reflexion colectiva en este dominio. Se comprometen, en este nivel, e definir y en aplicar sus proyectos en el marco de sus relaciones con los movimientos asociativos del Sur y a tomar en cuenta la coherencia territorial y nacional de dichos proyectos.

35. Incumbe a las instituciones nacionales definir estrategias e intervenciones fundadas en esos mismos principios. Respetar el principio de ciudadanía exige integrar la participación popular en la elaboración y la dirección de las intervenciones ; respectar el de igualdad exige entre otras concebir sistemas de perecuación que permitan el acceso de todos al hábitat y a la ciudad. En los diferentes dominios de intervención y principalemente en los dominios de la vivienda y de los servicios urbanos, pedimos que se defina y garantice un servicio económico de interés general. De nuestro punto de vista, dichos servicios no son redes sociales para pobres. Son mecanismos que permiten garantizar un igual acceso para todos a los servicios fundamentalers ; lo cual supone medidas y programas específicos para los que se encuentran excluidos por la lógica de mercado.

36. Pedimos que las instituciones internacionales tengan la obligación de respectar los acuerdos internacionales firmados por sus miembros, y esencialmente los protocolos para los derechos, que son uno de los fundamentos del derecho internacional. Pedimos que una instancia de recurso internacional pueda juzgar la acción de dichas instituciones y que los movimientos de ciudadanos puedan acceder a ella en el caso que opinen que no se respecta al derecho internacional. Pedimos que un organismo independiente y vinculado al sistema de las naciones Unidas, se encargue de una evaluación de las intervenciones de las instituciones financieras internacionales y de la OMC.
Pedimos a las instituciones internacionales que definan orientaciones que tengan en cuenta los principios de libertad, de igualdad, de ciudadanía, de solidaridad y de sustentabilidad.. Esperamos de las mismás instituciones que reconozcan la autonomía de las asociacione y que no las subordinen a los proyectos en realización. Pedimos que las condiciones de aplicación del principio del derecho a la vivienda sean definidas, particularmente en el ámbito financiero, y que se emprendan programas de alojamiento para las personas sin hogar. Nos comprometemos en participar en los proyectos coherentes y fieles a esos principios.

37. Desamos trabajar sin exclusiva con todos los demás actores con los municipios, partiendo de un reconocimiento recíproco de la legitimidad respectiva ;
con los investigadores y los formadores en la medida en que éstos se dediquen a producir y difundir conocimientos que tengan cuenta de los intereses, de las prácticas y de los pedidos de todas las categorias de vecinos, por una parte ; y por otra parte, cuya evaluación no se base únicamente en criterios financieros
con los expertos y profesionales que sepan construir métodos de acción renovados que integren los principios enunciados y se apoyen en nuevas prácticas ;
con las administraciones quehayan garantizado el derecho de asociación y respeten la libertad de expresión
con las empresas abiertas al descubrimiento de posibilidades asociativas económicas entre el Norte y el Sur, basadas en una rentabilidad global (y no exclusivamente financiera), que tome en cuenta las cuestiones de empleo, de la renta y de la satisfacción de las necesidades ;
con las agencias de cooperación y las instituciones internacionales que reconozcan su legitimidad y su independencia ;
con las asociaciones de vecinos y los movimientos asociativos que integren sus acciones en el tiempo y tomen en cuenta su coherencia general. Estamos dispuestos a contribuir en la organización del diálogo y la concertación entre el conjunto de esos actores a través de dos modalidades principales : la ejecución de proyectos comunes por una parte, el debate sobre los programas y las políticas por otra.

Asegurar derechos a la vivienda y a la ciudad que sean libres y iguales, constituye hoy en día lo esencial del cargo de las ASI.

Marzo 2001



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